Hoy he sentido el hondo malestar que produce comprobar,
otra vez, que el rencor y la venganza son los conceptos más parecidos a
justicia para algunos.
Y todo porque un juez ha colocado en la justa
perspectiva el asunto de los tuits ofensivos del concejal madrileño Zapata.
¿Qué pensar cuando uno asiste perplejo al
linchamiento de quien no se sintió ofendida? En demasiadas ocasiones me obligan
a creer que vivo en la tierra donde Caín, una vez desterrado por Dios, encontró
su asiento.