Cómplices

Miércoles, 18 de enero de 2012


Prueba de inteligencia es usar lo que el mundo nos ofrece, como si fuera imprescindible, pero con la conciencia clara de que, a la hora de la verdad, la mayoría de esa oferta (suculenta, atractiva y deseable) es prescindible.
Saber qué es lo auténticamente imprescindible y actuar en consecuencia, quizá sea el camino que conduzca hacia un estado que se aproxime al de la felicidad.
A poco que uno sea sincero consigo mismo, la lista se acaba pronto.
Creo que he de aprender a discernir los límites entre útil, necesario e imprescindible, o la vida acabará siendo un caos. Algunas veces uno no tiene fuerzas para cargar con todo el equipaje que le gustaría, o su maleta no es tan grande como pensaba. Y otras veces, simplemente, no merece la pena.