Reconocer la derrota cuando llega,
quizá sea una de las mejores cualidades humanas. Pero derrota no significa
exterminio, y menos cuando la verdad o la razón, o ambas, están en el derrotado.
Me parece que es proverbio chino, aunque
quizá sea árabe (da igual, digamos que es de un pueblo muy sabio, como todos
los pueblos) que dice: Caer siete veces sólo
significa que has de levantarte ocho.
Puede resultar cansado, incluso agotador,
pero si no hemos muerto en una de esas derrotas (en cuyo caso, más que derrota
sería destrucción), quizá sea la opción más sensata; aunque haya otras, las
otras sí tienen que ver con el exterminio.
De todo lo cual deduzco que el exterminio, más
que con la derrota, tiene que ver con la rendición.
Aunque se varíe de estrategia, uno no ha nacido para rendirse.