Cómplices

Domingo, 29 de abril de 2012


De pronto, como cuando el sol abre las nubes, ha llegado una idea. Hasta ese momento, la mañana, acuciada por cierto sentimiento de bloqueo que produce la falta de asunto para tener escrito a tiempo el artículo comprometido, ha sido un ir y venir por ideas vagas o excesivas, quizá semillas para un futuro que la inmediatez de la fecha impiden.
Pero al llegar, como un resplandor fugaz la imagen necesaria, hasta el tiempo sobra y todo vuelve a su ritmo preciso, a su devenir adecuado.
Y el domingo puede retornar a su sosiego.