Quizá sea sólo afán por estar
cerca del mundo en que uno vive, aunque es probable que sea inútil. En muchas
ocasiones se confunde (y confundo) la información con la acumulación de datos. Hoy
en día el mejor modo que ha encontrado el poder (no necesariamente los
gobiernos) para conseguir la verdadera desinformación de la ciudadanía es la sobreabundancia
de datos, con el bombardeo de aconteceres que no siempre son acontecimientos. [Acaso
la metáfora mejor labrada sobre este asunto sea el incesante gorjeo de Twitter;
pero, al mismo tiempo, es la más divertida, donde uno se siente más a gusto].
Mientras desayuno, me gusta
escuchar la información que transmite la radio, en concreto la Cadena SER. En esta
amanecida de albear transparente y fresquito, me he enterado que la noche en
Pola de Lena (municipio asturiano de la frontera con León, a los pies del monte
Negrón) ha sido una noche de violencia. Sin embargo, quienes sólo hayan
escuchado las noticias a través de RNE, han oído que la noticia importante de
hoy en el Principado de Asturias era la continuidad de la celebración de la
Semana de Novela Negra en Gijón. Es ésta una buena noticia, qué duda cabe. Que se
mantenga un evento relacionado con la literatura se agradece. Pero no es esta la
cuestión.
Luego he ido a la prensa
digital, he ido al Twitter, y he llegado a ver algún vídeo sobre lo sucedido;
incluso he leído que un niño ha resultado herido a causa de los antidisturbios…
Lo mismo estoy en un error,
pero me parece que alguien pretende volver a viejos usos de niebla, mentira y mordaza. Lo mismo estoy en un error, repito, y quizá haya sido una torpe elección
de algún periodista poco avispado. Lo mismo estoy en un error, repito, y no
haya instrucciones para ocultar información a los ciudadanos. Quizá.
Aunque sea cierto que la
sobreabundancia de datos no aporta más información, sino más saturación, cuando no más confusión, es preferible al ocultamiento. ¿Convendría explicar la diferencia entre podar y talar?
Ya sé que no estoy entrando
en la médula del problema que ha originado el corte de la Autovía A-66 a la altura de Pola de Lena y la
posterior intervención de los antidisturbios, con la consecuente reacción de
los polesos. Ya sé que no desciendo a la entraña fría y oscura de la tierra,
donde yace el carbón y la esperanza de que no desaparezcan muchas comarcas en
Asturias, León, Palencia, Aragón y Ciudad Real. Ya sé que me quedo, como
revoloteando, en sus alrededores, pero es que me parece extremadamente grave
que se opte por ocultar los datos. No más grave que las causas que han
originado el conflicto de la minería, eso no, pero sí grave, porque, en el
fondo, intentar ocultar a la mayoría lo que está sucediendo es un modo más de desactivar o reprimir la protesta, e incluso de convertirla en criminal. Y no es ningún
crimen luchar por la propia supervivencia.
Por otra parte, va a ser difícil
(aunque estén intentándolo) poner puertas al campo.
Llevo tiempo previendo que
pueden empezar a pasar cosas en España. No será la menos importante la tala indiscriminada
en el bosque de la información.